Una historia de nuestro mundo que nunca se han atrevido a contarnos.
En los albores de la civilización, humanos, bestias e inmortales conspiran para imponer su hegemonía en el mundo. Los reinos de las tierras, cielos y yeguas confluyen en una confrontación que se oculta tras las aventuras de un joven que busca revelar los secretos de su propio origen.
A la víspera de un cambio de Era, los caminos de todas las especies y razas se mezclan en medio de los gritos que anuncian nuevas guerras. A la sombra de los cataclismos que destruyeron el Mundo Antiguo, los habitantes del Nuevo parecen haber olvidado las leyes que conservan el equilibrio del universo y están dispuestos a arriesgarlo todo por hacerse con el poder que lo gobierna.
Este es un fragmento de la historia que nunca nos contaron. Los hechos que aquí se narran no son más que el reflejo de nuestras propias vidas, pero vistas desde una perspectiva a la que solemos tenerle miedo. Leer este libro y esta saga supondrán la excusa perfecta para repensar el lugar que ocupamos en el universo, los valores que defendemos y el sentido que le damos a nuestros destinos.
NOTA: Andreíadas es un único libro dividido en tres tomos. Esta edición es la primera de ellos. A su vez, este libro pertenece a la saga Voa Arkón.
O P I N I Ó N P E R S O N A L
Euandriey (o Andreiey para los amigos), huérfano de la guerra entre los humanos (depredadores y asesinos) contra los seres feéricos y mágicos del bosque.
Me gusta que aquí el escritor quiso dar un mensaje, donde es un vistazo a lo destructivo que puede ser el ser humano ante la naturaleza y los demás seres con los que compartimos la tierra.
Andrey es dejado al cuidado con Naina, una Ákana, ninfa del bosque, protectora y sanadora de criaturas, quien lo crio como si fuese su madre. Sin embargo, sabía que aquel bebe pronto tendría que conocer su procedencia, lo que corría por sus venas.
Llegando a un acuerdo con sus hermanas, quieres ayudaron en la crianza del niño, acuden a Igonor, alguien parecido a los seres humanos y con algo de conocimiento en ellos para que se lo lleve y lo instruya.
Es así que comienza su aventura.
«—por qué hay tanto odio en tu corazón cambia formas — le responde el visitante sin inmutarse ante los temibles ojos.— ¿y todavía lo preguntas? —se estremeció el soberano— el suelo que pisas es el último lar donde hay total seguridad en estas tierras. Los hombres no han olvidado sus sueños de dominarlo todo [...]»
Euandriey es un niño aventurero y creativo, al que vemos crecer a lo largo de la historia. A pesar de su inocencia y de estar protegido en una burbuja que lo aleja de la crueldad, carece de conocimiento sobre muchos aspectos del mundo.
Sin embargo, pronto dejará atrás todo lo que conoce para embarcarse en un viaje de autodescubrimiento, ansioso por aprender más sobre sí mismo y sobre lo que realmente puede llegar a ser.
Andrey busca constantemente entender las cosas que le son desconocidas, como un pequeño que se aventura al mundo por primera vez, lleno de curiosidad y esa bondad en el corazón que le permite creer en lo mejor de las personas, sin conocer las complejidades y sombras o escala de grises que acompañan la vida.
Me pareció interesante que aquí, los humanos realmente son los seres más primitivos, menos avanzados que las otras criaturas, con falta de conocimiento real sobre el mundo que abitan y el cual buscan dominar.
Personalmente, me costó un poco conectar con la historia al principio, ya que en el momento en que comencé a leerla estaba atravesando grandes cambios en mi vida, como una mudanza, dejando atrás el lugar donde crecí. Así que poner atención en un libro me era imposible (sobre todo uno como esté, con bastante densidad).
Sin embargo, antes de aceptar la colaboración, me puse a investigar (como en cada ocasión que se presenta oportunidad) y leí comentarios acerca de ella que me dieron curiosidad, por lo cual no me quería rendir, quería saber qué pasaba con aquel niño y la temática me atraía, ya que me gustan mucho las historias con seres mágicos.
Me costó bastante conectar en general, ya que, no es una lectura ligera (sobre todo por los términos que vas aprendiendo a lo largo de la historia, que al inicio me mareaban), puede que te llegues a sentir abrumado, como yo.
Tiene un ritmo lento, tal vez demasiado para el gusto de algunos, sobre todo para mí, que esperaba que fuera un poco más fluido, pero fui tomándomelo con calma.
Por una parte, tiene sentido que este primer tomo se sienta de esta manera, ya que es la introducción al mundo que está creando el escritor.
Y sí, forma parte del cliché del niño salvador, recuerden que comencé con las palabras "huérfano de la guerra" y tiene que ver con seres mágicos.
«—Debes saber, Euandriey Hijo de la Manzana, que las respuestas siempre comienzan en nuestro interior. El paso más importante es hacernos las preguntas, y hacerlo bien [...]»
A decir verdad, mientras que leía, marque varias cosas, citas que conectan con mi forma de pensar acerca del movimiento, el equilibrio, la naturaleza y la magia.
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